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Otoño, visto a través del grano de la película

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Hay un tipo de silencio que solo existe en otoño. No es la ausencia de sonido, sino un suave murmullo, como si el mundo inhalara antes de que llegue el invierno. El aire se siente más lento, los colores más profundos y la luz comienza a moverse de manera diferente, descendiendo, rozando todo con una tranquila melancolía.


El cine lo entiende mejor que nada digital. Hay algo en la imperfección del grano que resulta honesto, casi humano. Cada fotograma infunde calidez en la frialdad. Cada sombra guarda una historia que no necesita ser contada.

Fotografiar el otoño con película no es documentar árboles que se vuelven dorados. Es capturar la pausa entre lo que fue y lo que está por venir, enmarcar ese frágil instante en que la belleza comienza a desvanecerse, pero de alguna manera se siente más viva que nunca.

Los naranjas apagados, los azules deslavados, los destellos de luz fortuitos: no son defectos, son recuerdos. Nos recuerdan que el tiempo no se detiene; simplemente se difumina en sus bordes.

Quizás por eso el otoño tiene un aire tan cinematográfico . Es la estación que invita a la nostalgia a acompañarte. Te pide que mires con más atención, que escuches el murmullo de tus propios pensamientos, que encuentres poesía en la elegante decadencia de las cosas.

Y cuando miras a través del visor y el mundo resplandece en tonos ámbar, te das cuenta de que el otoño no es una estación. Es un estado de ánimo. Un estado de ánimo que se aprecia mejor a través del grano de la película.


🎞️ Cómo elegir la película adecuada para el otoño

Si el otoño fuera un tipo de película, se situaría en algún punto entre la calidez y la melancolía.

  • Kodak Portra 400, la película otoñal por excelencia. Su cálido dorado, sus suaves tonos de piel y su amplia latitud capturan la luz tenue del sol filtrándose entre las hojas naranjas. Perfecta para las tardes y los cielos nublados.

  • Kodak Ektar 100 : para quienes buscan mayor viveza. Sus rojos intensos y detalles nítidos hacen que las hojas caídas brillen con un contraste cinematográfico.

  • La Fujifilm Pro 400H (descatalogada, pero legendaria) es conocida por su paleta de colores fríos y su tonalidad pastel; cuando se fotografía con poca luz, pinta el otoño en azules apagados y nostálgicos.

  • Cinestill 800T es ideal para capturar la transición al crepúsculo, cuando las luces de la ciudad se funden con los últimos rayos de sol de la estación. Su halo luminoso alrededor de las altas luces transforma el crepúsculo en poesía.


Cada imagen cuenta una historia diferente, pero todas nos recuerdan que la belleza del otoño no reside en la perfección, sino en la suave decadencia del color y el paso del tiempo.

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